jueves, 29 de mayo de 2008

Che Guevara llegó al Obelisco


Martes 27 de Mayo de 2008, llego al Obelisco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Son las 10.30 hs. y sobre la reja que lo rodea apuntando hacia la Avda. Corrientes cuelgo el larguísimo pasacalle de letras rojas que dice:

¡ Bienvenido Comandante !

La dignidad de América

Chaubloqueo y Museo

del Che Guevara

sobre la reja que mira a la Plaza de la República cuelgo el otro cartel enorme y también de rojas letras:

POR EL REGRESO DE

LOS CINCO HEROES

Antonio - Rene - Fernando -

Ramón y Gerardo

Museo Che Guevara y

Chau Bloqueo


extiendo el mástil telescópico de fibra de vidrio y lo sujeto a la reja con alambres, al tope la estrella solitaria, sobre el rubí rojo del que parten las cinco franjas que albergan un gran rostro de Ernesto Che Guevara, es la bandera cubana.

Durante hora y media informo a los transeúntes que son miles con mi altavoz.

"A las doce llegará recorriendo la Avda. Corrientes sobre la caja abierta de un camión la escultura de tres metros que el escultor argentino Andrés Zerneri realizó".

"Aquí en el obelisco fué izada por primera vez la Enseña Nacional (antigua Torre de San Nicolás) y hoy por primera vez llegará aquí una escultura dedicada al Che."

"El ícono mundial de la ética, admirado por el mundo, es poco conocido en su propia tierra, cuando no calumniado".

"Debieron pasar cuarenta años para que se le rinda merecido homenaje con esta escultura que estará solo hoy aquí."

¡"Abran bien los ojos porteños! mírenla bien hoy, porque mañana la escultura zarpará en un barco desde el Puerto de Buenos Aires rumbo a la ciudad que lo vió nacer Rosario de Santa Fé"

"Mañana a las doce del mediodía en el puerto (junto a buquebus) despediremos a la escultura con un recital donde nuestros compatriotas Paula Ferré, Jorge Marziali, Horacio Fontova, el Coro Nacional de Jóvenes, integrantes del cuerpo de baile del Teatro San Martín y el grupo de rock Arbolito compartirán escenario con el cubano Vicente Feliú".

"Serán los artistas y nosotros embargados de emoción quienes le dirán "Hasta Siempre Che Guevara" .

"Estamos aquí en el Centro de Buenos Aires esperando a Guevara y están presentes (no visibles) cinco héroes cubanos cuyos nombres pueden leer en el cartel de letras rojas colgado en la verja del Obelisco".

"Antonio , Rene , Fernando , Ramón y Gerardo llevan diez años presos en las cárceles de Estados Unidos".

"Ellos son como el Che, luchaban contra el terrorismo que amenaza a toda la humanidad para protegernos".

"Hoy están presentes dentro nuestro, anhelantes, deseosos de ver cumplirse esta deuda de cuarenta años que la ciudad de Buenos Aires tenía con Ernesto Guevara".

"Diez años en que hemos ignorado la extorsión política que Estados Unidos aplica a Cuba al mantenerlos presos, lejos de su familia".

"La prensa y la televisión argentina no han dicho una palabra en diez años sobre estos cinco cubanos presos".

"Pero llevan dos años completos hartándonos con la muletilla de la abuela cubana, que quiere cenar con sus nietos argentinos."

"Hoy es un día de fiesta, mucho hemos esperado, somos lerdos, pero un simple joven, un artista ha logrado lo que no pudieron los partidos políticos, llega al Obelisco la escultura al Che, un obsequio, un aporte porteño a los rosarinos que llevan cuatro décadas sin una estatua a su hijo dilecto, lerdos también los rosarinos, raro que Fito Paez no le escribió una maravillosa canción a su conciudadano heroico."

" Pero la canción fué escrita por miles de seres humanos que aportaron una llave de bronce para que se fundiera y cubriera la estatua".

Repitiendo una y mil veces por el micrófono estas noticias y reflexiones se hizo el momento en que la caravana, encabezada por un abigarrado grupo que agitaba banderas argentinas desembocó en la Avda. 9 de Julio deteniéndose allí para ser rodeada inmediatamente por quienes la esperaban y multitud de curiosos. Decenas de periodistas con o sin cámaras se afanaban por registrar el histórico momento, (todos ellos jóvenes).

Edgardo Esteban (Iluminados por el fuego) microfono en mano y cámara me preguntó: ¿Que sentís en un día como hoy? "Siento que con esto recomponemos un poquito el agujero negro que nuestra Memoria Histórica tiene y anhelo que lo mismo acontezca con la gesta de Malvinas también ocultada".

Con mi micrófono o hablando ante otros que me pusieron los periodistas delante, denuncié a las sucesivas administraciones culturales de la Ciudad Autónoma y de la Nación, que en cuarenta años no se atrevieron a abrir el Museo a Che Guevara.

"Guevara no figura en los libros de texto, porque los políticos le tienen miedo al ejemplo, que dejó este argentino que es patrimonio intangible de la humanidad, como la Madre Teresa, Mahatma Ghandi ó el Dr. Albert Schweitzer, premio Nóbel alemán que al irse a vivir a Africa entre los negros para curarlos, despertó en Ernesto Guevara una admiración y un amor incomensurables, que lo impulsaron luego a ayudar a los leprosos en Perú, ó a dedicar su vida y a perderla por ayudar a los pobres de América."

La caravana y la estatua que habían recorrido la ciudad desde Parque Sarmiento hasta allí en tres horas, recomenzó lentamente por 9 de Julio hacia Avda. Belgrano y mientras se alejaban Che parecía navegar sobre encrespadas olas celestes y blancas, por las banderas agitadas por quienes rodeaban al camión.

Las tres horas siguientes las dediqué a explicar a los transeúntes y a quienes estaban sentados en los bancos de la plaza la injusta prisión de los cinco cubanos en EEUU.

Miraban extrañados a este viejo canoso, que empuñando un mástil y una bandera cubana con el rostro del Che , desfilaba de un extremo a otro delante de veinte jovencitas ataviadas a la usanza Tucumana, que formadas en hilera y separadas cinco metros cada una intentaban entregar folletos que invitaban a visitar al "Jardín de la República".

Más de algún distraído al verme caminando frente a ellas ataviado con mi hermoso poncho rojo salteño y a todo volumen el altavoz, rechazó recibir los folletos pensando que las muchachas formaban parte de la movida guevarista. Mis perdones a turismo tucumano.

Cierro la crónica con una expresión de deseos: ojalá que mañana, cuando zarpe desde el puerto a través del río Paraná, el pedazo necesario que le faltó cuarenta años a la Ciudad de Rosario, sea despedido por una muchedumbre que incluya a todos los partidos de izquierda y cientos de miles de gentes de bien a los que hoy no ví.

Eladio González (Toto) director

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